Parece que nos espera un invierno duro y no debes olvidar que tu vehículo podría sufrir las consecuencias de la dureza del frío, el viento, la nieve y el hielo.
Asegúrate de hacer caso de estos consejos si tú y tu coche queréis superar con nota la estación más fría del año.
- Pon neumáticos de invierno. No ahorres poniendo sólo dos, pues la pérdida de adherencia sería significativa y podría originar un accidente.
- Controla mensualmente la presión de los neumáticos. En invierno la presión de los neumáticos disminuye y es necesario tenerla controlada. Hazlo con las ruedas frías, con menos de 4 km recorridos a ser posible.
- Cadenas. Llévalas siempre en esta época del año.
- Ver y ser visto. Asegúrate de que todas las luces de tu vehículo funcionan correctamente, de que los faros están alineados y de que no tienes ninguna bombilla fundida. En cuanto a la luna delantera del vehículo, revísala por si tuviera algún poro. En ese caso, repáralo, pues con el frío esos poros tienden a agrietarse y a dejar la luna inservible. La visibilidad en invierno es vital para una conducción segura para ti y para los demás conductores.
- Mantenimiento del vehículo. Comprueba el estado de la batería, ya que ésta puede descargarse con temperaturas extremas. Tampoco olvides el estado de los frenos.
- Líquidos. Hay muchos líquidos que aseguran el funcionamiento de tu vehículo, y debes asegurarte de que tienes la cantidad adecuada en todos: líquido limpiaparabrisas, líquido anticongelante… Y por supuesto, comprueba la cantidad de aceite del motor.
- Kit de emergencia. Nunca está de más llevar recambios de las bombillas que usa tu vehículo, un kit reparapinchazos y, por si tienes que pasar un rato en el exterior del vehículo a temperaturas muy bajas, una manta te hará la espera más llevadera.