Llega el otoño, y con él, el frío y las lluvias previas al invierno. Nuestra conducción no puede ser la misma que en las estaciones más calurosas y secas, así que tomar nota de estos consejos sobre cómo conducir bajo la lluvia.
– Conocer el estado de las vías y la situación meteorológica ante un viaje para no olvidarnos las cadenas en caso de nieve.
– Tener el vehículo en perfecto estado cuidando los niveles de dibujo de las ruedas, los limpiaparabrisas, niveles de líquidos (frenos, aceite y agua), gasolina de sobra…
– No cruzar zonas cubiertas por el agua como badenes y ríos, por descontado. No conocemos la profundidad y podríamos tener un problema.
– Extremar las precauciones: aumentar la distancia de seguridad, no adelantar en vías de doble sentido y tener especial cuidado con ciclistas motoristas y peatones.
– Ante el llamado ‘aquaplaning’ dejar de acelerar, sujetar fuerte el volante y nunca pisar el freno.
– Ante una riada: olvidarse de las pertenencias, abandonar el vehículo lo antes posible y dejar las llaves puestas (los servicios de emergencia podrán de esta manera retirar el coche).
– Si nos vemos atrapados por el agua puede que no podamos abrir la puerta por la presión y en este caso es importante no ponerse nervioso, abrocharse el cinturón para prevenir impactos por el desplazamiento del vehículo y hacerse ver para ser atendido por los servicios de emergencia lo antes posible. En caso de que el coche se inunde hay que esperar a que se iguale la presión, momento en el cual será fácil abrir la puerta. Si el coche cae a un río o pantano debemos soltarnos el cinturón y esperar a poder abrir la puerta o la ventanilla para poder salir.
– Para que el vehículo no sufra daños no hay que aparcar en zonas con un alto riesgo de sufrir inundación o riadas violentas.
FUENTE: Motor.es